El Golpe Militar que destruyó la Industria Nacional

viernes, 26 de febrero de 2010

Fantasías bélicas con datos flojos

El tabloide sensacionalista The Sun entró de lleno en la campaña de agitación belicista originada en el Reino Unido en apoyo de la perforación petrolera en las Malvinas. Decía en su tapa: *«La Royal Navy interceptó a un buque argentino en aguas de las Falklands, en medio de las tensiones diplomáticas entre Gran Bretaña y la Argentina».
HMS York de la Royal Navy
* No consignó la fecha del suceso, clave para comprender la falsedad de la noticia.
Corbeta Drummont de la Armada Argentina
El encuentro -en realidad, un contacto por radio- entre el destructor HMS York de la Royal Navy, asignado a la protección de las islas, y la corbeta Drummond de la Armada Argentina no fue como lo relata el periódico británico y sucedió a fines de Enero (entre el 26 y 28 de ese mes), cuando aún no había arribado a aguas malvinenses la plataforma petrolera británica Ocean Guardian.
Plataforma británica Ocean Guardian
Este diario publicó en la edición del martes el diálogo parlamentario registrado en el Libro de Sesiones del 22 de febrero, donde el secretario de Defensa en las sombras del Partido Conservador, Liam Fox, reclama al laborista que representa al Gobierno de Gordon Brown, Bill Rammell, más presupuesto para la Royal Navy, «dada la renovada tensión en el Atlántico Sur, los desafíos de la seguridad energética y el hecho de que el 92 por ciento del comercio británico se mueve por mar».
Islas Malvinas - Provincia de Tierra del fuego e Islas del Atlatico Sur - Argentina

Maniobras Argetino-Francesas:

La corbeta Drummond, perteneciente a la división Patrullado Marítimo, zarpó de la Base Naval Mar del Plata el 22 de enero con el objetivo de acompañar y realizar ejercitaciones navales junto a dos navíos franceses, el portahelicópteros Jeanne D'Arc y la fragata Courbet. Los buques franceses se dirigían a Ushuaia, escala técnica antes de pasar a Chile.
Ushuaia - Tierra del Fuego - Argentina
Al término de esas maniobras, la corbeta Drummond navegó a unas 60 millas de las Malvinas. En ese momento hubo un contacto radial con el destructor británico HMS York, «práctica habitual pautada en el protocolo militar entre dos buques de guerra, que se cumple cada vez que se produce un acercamiento dentro de las 50 millas marinas con centro en las islas», relató un marino familiarizado con el tema. «También fuimos sobrevolados por un avión C-130 Hércules de la RAF», confió un marino a este diario, y agregó: «Es el procedimiento de rutina para obtener registros fotográficos y de paso verifican con los medios electrónicos (GPS) la posición geográfica del navío».
Hécules C-130 de la Real Fuerza Aérea
El Ala Aérea Expedicionaria 905 de la Real Fuerza Aérea en las islas incluye a la Escuadrilla 1312, equipada con un avión cisterna VC-10 y un C-130 Hércules; y la Escuadrilla 1564 con dos helicópteros Sea King para tareas de búsqueda y rescate. Además de 4 cazas interceptores de última generación Typhoon.
Fragata Francesa Courbet en ejercicios navales con la Armada Argentina.
Existe un acuerdo firmado por ambos países en el marco de medidas de confianza mutua que prevé que todo acercamiento de un buque de guerra hasta una distancia de 50 millas del archipiélago debe anunciarse con dos horas de anticipación. «Así se cumplió», confirmaron fuentes de Defensa. En aquella oportunidad y como un caso de rutina, todo el episodio se puso en conocimiento del secretario de Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa, Alfredo Forti.

Fuente : Ambito.com

Cuba por Malvinas

CUBA APOYA RECLAMO ARGENTINO POR MALVINAS (ANSA)-
El presidente cubano, Raúl Castro, expresó hoy su "firme respaldo" al "derecho legítimo" de Argentina sobre la Islas Malvinas y a los recursos naturales de su plataforma continental.
Castro demandó "que cesen las actividades foráneas de explotación de hidrocarburos" por parte de empresas británicas en esa región de la América austral. Castro indicó "entrañan una grave violación del derecho internacional". "No le faltará al pueblo argentino nuestro apoyo en esta noble lucha".

Fuente: ANSA

Lula por Malvinas

Lula saltó por Argentina y reclamó ante la ONU
El presidente de Brasil pidió "una explicación política” a la Organización de las Naciones Unidas "por no haber tomado una decisión que dijera que no es posible que Argentina no se adueñe de Malvinas y que, por el contrario, lo haga un país que está a 14 mil kilómetros de distancia”. Lula expresó su "solidaridad con la Argentina” por el pedido de soberanía en las Islas Malvinas y se preguntó "cuál es la razón geográfica, política y económica por la cual Inglaterra está en Malvinas”.

Fuente: UOL noticias

Unánime Apoyo del Grupo Río por Malvinas

Argentina consiguió un fuerte apoyo del Grupo Río a los reclamos por las Islas Malvinas
La Presidenta Cristina Fernández agradeció a sus pares que participan de la Cumbre de la Unidad América Latina y El Caribe "por el apoyo a nuestros reclamos" y refirió que "es un ejercicio de autodefensa”. Adelanto asimismo que el gobierno "va a adoptar en el marco de su derecho nacional todas las disposiciones y todas las resoluciones que tiendan a reafirmar nuestra soberanía sobre los archipiélagos del sur".
Argentina logró en la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, en Cancún, el apoyo de todo el bloque regional a través de las posturas de los jefes, jefas de Estado y representantes de los 33 países participantes.
Los presidentes de México, Chile, Bolivia, Brasil, Venezuela, República Dominicana y Ecuador manifestaron en sus respectivos discursos el apoyo al reclamo argentino.
Cristina, al hablar ante sus pares, dijo que la postura argentina "es un imperativo de la Constitución Nacional". Recordó en ese sentido que en 1994, con motivo de la reforma en la cual "tuve honor de ser convencional constituyente en aquella oportunidad, quedó grabado en nuestra propia Constitución la obligación por parte de todos los gobiernos la vocación imprescriptible e irrenunciable para seguir reclamando y reafirmando nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas".
La presidenta contó que "hoy nuevamente se ha instalado una plataforma al sur de las islas, en clara violación a todas y cada una de las disposiciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que plantea algo más que una cuestión de soberanía, sino que nos plantea como región la posibilidad cierta y concreta de que esto pueda ser utilizado como un ejemplo, en un siglo XXI en donde la disputa de los recursos naturales va a ser el gran escenario internacional". Más adelante la presidenta relató la historia de la invasión británica a las islas cuando el 3 de enero de 1833 "la población argentina en nuestras Islas Malvinas" fue invadida por Gran Bretaña y refirió que el 15 de enero pasado "se cumplieron 177 años de primer reclamo que mi país hizo a la Gran Bretaña para que restituyera a nuestro país nuestro legítimo dominio".
(Gaucho Antonio Rivero defendió con su vida las Islas Malvinas, 1833)
Cristina señaló que "volvió a ser reserva de esto con motivo de la Carta de San Francisco, cuando se conforma la organización madre de Naciones Unidas, y allí, en la conformación de esta Carta, se deja constancia y se reclama una vez más nuestra soberanía".Y reseñó que 20 años después, "en 1965, obtenemos por una resolución del plenario de la Organización de Naciones Unidas (ONU) la obligación por parte de ambos países de sentarnos a discutir nuestra soberanía, teniendo en cuenta también los intereses de los habitantes de las islas. A esa primera resolución del plenario de la ONU le siguieron nueve resoluciones más del plenario, en igual sentido, prohibiendo además tomar decisiones de carácter unilateral"."Podría también hablar de numerosas resoluciones del Comité de Descolonización, de numerosas manifestaciones, declaraciones, de encuentros internacionales, de todos los foros, en toda partes del mundo, pidiendo precisamente a que se de cumplimiento a esta resolución de la ONU", completó la mandataria.
Cristina apuntó contra el gobierno militar argentino por la guerra de 1982 al referir que "aquella decisión agónica de una junta militar que se veía totalmente acorralada, fue funcional a lo que sin duda era una decisión que se había tomado, independientemente de cual fuera la actitud de aquellos militares".Recordó que en aquella época los argentinos "no sólo no podíamos elegir sino además éramos o encarcelados o desaparecidos", y aclaró que "no me puedo hacer cargo de los períodos de la historia y nadie puede pretender que los argentinos, en sus grandes mayorías violentados por esos gobiernos dictatoriales, nos hagamos cargo de lo que sucedió en esas etapas". Subrayó que eran "gobiernos que eran prolijamente reconocidos por todos los países civilizados y democráticos del mundo, menos por sus propios ciudadanos".Cristina indicó que "desde 1965 hasta ese episodio no pudimos lograr sentarnos formalmente a discutir la soberanía y luego del advenimiento de la democracia, y fundamentalmente durante los años ’90, surgió otra política que recibió mis críticas internas".

Refirió que "se llegó a un acuerdo en materia de manejo de hidrocarburos, hubo una declaración de cooperación conjunta para actividades off shore, el 27 de septiembre de 1995, y era la primera vez que se sentaban para abordar un acuerdo de cómo tratar en forma conjunta y cooperativa recursos naturales no renovables". "A los cinco días esa declaración fue violada porque Inglaterra interpretó unilateralmente que la única área que podría tener cooperación conjunta eran los 21.000 kilómetros cuadrados que ellos determinaban y no los 43.000 kilómetros cuadrados que constituyen la zona que podemos denominar de disputa de soberanía", añadió la Presidenta.Cristina relató que "siguieron las reuniones conjuntas, ocho en total, la última en 2000, sin que en ningún momento y en ese lapso pudiéramos lograr desde 1965 hasta 2007 ninguna actitud de discusión, tal como marca la ONU, y en 2007 se dio por finalizado este ejercicio por evidente incumplimiento".

El presidente de México, Felipe Calderón, expresó su "apoyo y solidaridad" a la posición argentina sobre el reclamo de soberanía de la Islas Malvinas, Sandwuich del sur y Georgias del Sur.En su discurso durante la Cumbre de jefes y jefas de Estado de América latina y el Caribe, Calderón adelantó que "hemos aprobado una Declaración de Presidentes donde las Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno aquí presentes reafirman su respaldo a los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte relativa a la cuestión de las Islas Malvinas".
Además del apoyo explícito del presidente mexicano, también se manifestaron en el mismo sentido el presidente de Ecuador Rafael Correa, que al hacer uso de la palabra manifestó su "apoyo incondicional a la República Argentina"; el presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, quién también brindó su apoyo a nuestro país y el primer mandatario de Guatemala, Alvaro Colom; se manifestó en el mismo sentido. Michele Bachelet, presidenta de Chile, dijo por su parte que "no sólo apoyamos a la hermana República de Argentina en su reclamo por las Islas Malvinas, sino que Chile cada año presenta la demanda argentina ante el Comité de Descolonización de la ONU y lo seguiremos haciendo". En tanto Evo Morales, primer mandatario de Bolivia, también se refirió a las Malvinas: "Ya escuchamos a Cristina Fernández de Kirchner con la demanda de las Islas Malvinas y apoyamos esa justa reivindicación de la República Argentina". El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, aseguró que la llegada de la plataforma británica de exploración a las Islas Malvinas "es una de las mas claras demostraciones del neo colonialismo y nos solidarizamos fuertemente con el gobierno y el pueblo argentino en su reclamo".
Taiana explicó que "nuestro país está consiguiendo un importante logro diplomático al conseguir el aval de los 33 cancilleres para que la primera Declaración de este nuevo foro regional sea sobre la Cuestión de las Islas Malvinas y los legítimos derechos argentinos".
Para Cristina “es "ridículo" creer que Argentina tendrá una actitud bélica en las Malvinas

Fuente: Diario Crítico de Argentina

Hackearon el sitio de un diario de Malvinas

El portal online del Diario Penguin News fue hackeada por la mañana con imágines del reclamo argentino por Malvinas.
La edición online del periódico de mayor circulación de las islas, amaneció con una imagen de la bandera Argentina, un comunicado y la marcha en homenaje a los caídos en la guerra.

En dicho texto podía leerse: "Son Argentinas por: herencia, las heredamos de España y de su Virreynato del Río de la Plata; por ubicación geográfica, Argentina es el país más próximo; Por historia, pues el descubrimiento ofrece vertientes desde Américo Vespuccio hasta Magallanes y otros navegantes españoles; por juridicción, por adjudicación papal a España; por razones administrativas y porque son parte de la plataforma continental submarina y del subsuelo argentino".

"Aparte los primeros niños verdaderamente malvinenses (nacidos en Malvinas) son/eran argentinos", agregaba el comunicado, seguido de la exclamación "¡Aguante Argentina!".

Casi dos horas despues el sitio fue restablecido. Aún se desconoce el autor de la acción.

Fuente: La Nación.

Decreto Presidencial 256

Argentina controlará a los barcos que naveguen por las islas Malvinas
A través de un decreto firmado ayer por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se dispuso que todo buque que navegue por las islas Malvinas e islas del Atlántico Sur deberá ser autorizado por el gobierno.

El decreto presidencial 256 dispone que todo buque que quiera transitar entre puertos ubicados en el territorio continental argentino y puertos en Malvinas e islas del Atlántico Sur deberá solicitar autorización previa expedida por autoridad competente.
La decisión del gobierno surge en momentos en que empresas petroleras británicas anunciaron el inicio de las actividades de exploración de hidrocarburos en la zona en disputa.
El decreto presidencial subraya que deberá pedir permiso "todo buque o artefacto naval que se proponga transitar entre puertos ubicados en el territorio continental argentino y puertos ubicados en las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, o atravesar aguas jurisdiccionales argentinas en dirección a estos últimos y/o cargar mercaderías a ser transportadas en forma directa o indirecta entre esos puertos".

Fuente: LaCapital.com.ar

jueves, 25 de febrero de 2010

El menemismo y los orígenes de la entrega

Por Federico Bernal* (Segunda Parte)
Por su par­te, el go­bier­no ar­gen­ti­no reac­cio­nó a tra­vés de la “pro­mul­ga­ción de la ley 23.968” (con­cep­to de la in­te­gri­dad te­rri­to­rial). An­te una se­gui­di­lla de fra­ca­sos en las ne­go­cia­cio­nes bi­la­te­ra­les, en 1992 la Ar­gen­ti­na re­cha­zó la me­di­da uni­la­te­ral bri­tá­ni­ca, rea­fir­man­do al mis­mo tiem­po sus de­re­chos so­be­ra­nos so­bre las is­las y las aguas cir­cun­dan­tes. La dis­pu­ta en ma­te­ria pe­tro­le­ra ter­mi­nó de­sem­bo­can­do en el Acuer­do Pe­tro­le­ro de 1995 (can­ce­la­do por el go­bier­no del ex pre­si­den­te Nés­tor Kirch­ner), que es­ta­ble­cía fu­tu­ras li­ci­ta­cio­nes, mo­ni­to­reo y co­bro de re­ga­lías con­jun­tas –un 33% pa­ra la Ar­gen­ti­na– en las aguas al Es­te de las is­las (zo­na en li­ti­gio).
Sin em­bar­go, las aguas in­clui­das en el acuer­do tam­bién in­vo­lu­cra­ban la ex­plo­ra­ción y ex­plo­ta­ción de zo­nas “no en dis­pu­ta”, al sur-oes­te de las Mal­vi­nas. La zo­na de ex­plo­ra­ción-ex­plo­ta­ción con­jun­ta se de­no­mi­nó Área Es­pe­cial de Coo­pe­ra­ción (AEC), gra­cias a la cual Gran Bre­ta­ña se co­lo­ca­ba en con­di­cio­nes de ex­plo­tar y re­ci­bir re­ga­lías so­bre un te­rri­to­rio que ja­más ha­bía re­cla­ma­do co­mo pro­pio. Nues­tro país co­bra­ría el 50% de las re­ga­lías por otor­ga­mien­to de li­cen­cias. La reac­ción ar­gen­ti­na an­te la uni­la­te­ra­li­dad bri­tá­ni­ca se ex­pli­ca no co­mo con­se­cuen­cia de un rap­to pa­trió­ti­co si­no por el te­mor a per­der el lu­cro de la ex­plo­ra­ción de pe­tró­leo en aguas aus­tra­les.
Cin­co días des­pués de sus­crip­to el acuer­do de 1995, los kel­pers li­ci­ta­ron 19 áreas y con­ce­die­ron 12 con­tra­tos, pre­sen­tán­do­se cer­ca de me­dio cen­te­nar de com­pa­ñías. El úni­co con­sor­cio ex­clui­do de la com­pul­sa fue el de YPF (re­cien­te­men­te pri­va­ti­za­da) con Bri­tish Gas. Un año des­pués, los is­le­ños siem­pre fie­les a sus “de­seos” e “in­te­re­ses”, lla­ma­ron uni­la­te­ral­men­te a li­ci­ta­ción pa­ra ini­ciar las ta­reas de ex­plo­ra­ción y ex­plo­ta­ción al nor­te y sur de las is­las.

La “pa­trió­ti­ca” reac­ción ar­gen­ti­na con­sis­tió en la ela­bo­ra­ción de dos pro­yec­tos de ley que per­se­guían la no ex­clu­sión ar­gen­ti­na de las ga­nan­cias de­ri­va­das de la ex­plo­ta­ción pe­tro­le­ra. Uno de los pro­yec­tos adap­ta­ba la Ley Na­cio­nal de Hi­dro­car­bu­ros a la zo­na de Mal­vi­nas, don­de las re­ga­lías per­ci­bi­das de­be­rían ser de un 3% (pa­ra el res­to del te­rri­to­rio na­cio­nal era –y si­gue sien­do, se­gún el ca­so– del 12%). El otro pro­yec­to, más co­no­ci­do co­mo “Ley Eduar­do Me­nem, es­ta­ble­ció un ré­gi­men de san­cio­nes pa­ra las em­pre­sas que se ne­ga­ran a abo­nar el ca­non co­rres­pon­dien­te, al­can­zan­do in­clu­so a to­da la ca­de­na, es de­cir, al con­jun­to de pro­vee­do­res, in­ter­me­dia­rios, com­pra­do­res, etc.El tex­to im­po­ne el pa­go de un ca­non por ex­plo­ra­ción más el 3% de re­ga­lías pa­ra la Ar­gen­ti­na so­bre el pe­tró­leo even­tual­men­te des­cu­bier­to. El bo­rra­dor de es­ta ini­cia­ti­va fue apro­ba­da dos ve­ces por el Se­na­do. La pri­me­ra me­dia san­ción per­dió es­ta­do par­la­men­ta­rio en 1996 por­que no fue tra­ta­da a tiem­po en Di­pu­ta­dos; la se­gun­da fue a me­dia­dos de 1998, ca­si 4 años des­pués de la fir­ma del acuer­do pe­tro­le­ro.

Pro­me­dian­do los úl­ti­mos años del me­ne­mis­mo, más pre­ci­sa­men­te en 1998, la com­pa­ñía Shell anun­ció ha­ber des­cu­bier­to “in­di­cios de hi­dro­car­bu­ros” sin “vo­lú­me­nes co­mer­cia­les”. “Por el mo­men­to, te­ne­mos mu­chos da­tos que ana­li­zar”, di­jo Phy­llis Ren­dell, una maes­tra de es­cue­la de­ve­ni­da en mi­nis­tra de Pe­tró­leo de las is­las Mal­vi­nas (Ver en Pe­tró­leo, Es­ta­do y So­be­ra­nía... Fe­de­ri­co Ber­nal). El mis­mo año en el que Shell per­fo­ra­ba el pri­mer po­zo ex­plo­ra­to­rio, Tony Blair y Car­los Me­nem se reu­nie­ron en Lon­dres: “Ca­da go­bier­no rea­fir­ma ex­pre­sa­men­te su co­no­ci­da po­si­ción en re­la­ción con la so­be­ra­nía de las is­las Mal­vi­nas, Geor­gias del Sur y Sand­wich del Sur, y es­pa­cios ma­rí­ti­mos cir­cun­dan­tes. Am­bos go­bier­nos rea­fir­man tam­bién su apo­yo a las Na­cio­nes Uni­das y el com­pro­mi­so de re­sol­ver sus di­fe­ren­cias ex­clu­si­va­men­te por me­dios pa­cí­fi­cos”.

A es­ta de­cla­ra­ción com­par­ti­da, Me­nem la de­fi­nió co­mo “his­tó­ri­ca y exi­to­sa”, aña­dien­do que: “An­tes es­tá­ba­mos en vía muer­ta, no ha­bía nin­gu­na uni­dad de diá­lo­go. Aho­ra sí se abre esa po­si­bi­li­dad, y yo creo que el co­mu­ni­ca­do con­jun­to nos da la pau­ta de que al­gún avan­ce hu­bo so­bre el te­ma”. Con res­pec­to a la men­cio­na­da de­cla­ra­ción con­jun­ta, has­ta un ni­ño po­dría ad­ver­tir que, por ejem­plo, a pe­sar de ha­ber­se co­lo­ca­do a las “Na­cio­nes Uni­das” en el mis­mo pá­rra­fo que la pa­la­bra “Mal­vi­nas”, la omi­sión al sí fun­da­men­tal tér­mi­no “re­so­lu­ción” (por la 2.065) no ha­ce más que le­gi­ti­mar la po­si­ción y los “in­te­re­ses” bri­tá­ni­cos y kel­pers. In­te­re­ses, por cier­to, que el mis­mo Blair se en­car­gó de re­mar­car en el en­cuen­tro: “Te­ne­mos po­si­cio­nes dis­tin­tas en el te­ma de Mal­vi­nas, pe­ro lo im­por­tan­te es que es­to no nos im­pi­da ha­cer co­sas jun­tos [co­mo ex­plo­rar y ex­plo­tar el pe­tró­leo]”.

De acuer­do con el vo­ce­ro, ca­da uno plan­tó su ban­de­ra y “no hu­bo nin­gu­na dis­cu­sión más allá de eso, por­que es­ta­ba cla­ro que és­ta no era una vi­si­ta pa­ra dis­cu­tir el te­ma de la so­be­ra­nía”. Pe­ro la ig­no­mi­nia no ter­mi­nó allí. Se­gún el vo­ce­ro, Gran Bre­ta­ña es­ta­ba de­ci­di­da a lu­char por sus in­te­re­ses: “El pri­mer mi­nis­tro de­jó en cla­ro que no es­tá con­for­me con la le­gis­la­ción de pes­ca ni con la de pe­tró­leo.”La po­lí­ti­ca de en­tre­ga me­ne­mis­ta en re­la­ción con Mal­vi­nas tu­vo su pi­co de apo­geo en ene­ro de 1999, cuan­do el go­bier­no pre­sen­tó ex­trao­fi­cial­men­te a los kel­pers la ofer­ta de con­ge­lar por vein­te años los re­cla­mos de so­be­ra­nía. El go­ber­na­dor de las is­las, Ri­chard Ralph, pi­dió que fue­ra for­ma­li­za­da ofi­cial­men­te an­te el go­bier­no bri­tá­ni­co, pa­ra lue­go ser con­si­de­ra­da.
El fin del me­ne­mis­mo im­pi­dió la con­cre­ción de tan pa­trió­ti­ca ini­cia­ti­va. Diez años des­pués de ter­mi­na­da la úl­ti­ma dé­ca­da in­fa­me del si­glo XX, la cues­tión de la so­be­ra­nía por Mal­vi­nas ha co­bra­do nue­va orien­ta­ción, im­pul­so y vi­gor. Y no só­lo eso. Así co­mo el pe­tró­leo tu­vo que ver y mu­cho con la ne­ga­ti­va bri­tá­ni­ca de al­can­zar un acuer­do con la Ar­gen­ti­na; así co­mo el pe­tró­leo re­ma­chó la en­tre­ga de las is­las a los kel­pers du­ran­te la dé­ca­da del ’90, to­do pa­re­ce­ría in­di­car que el go­bier­no de tur­no uti­li­za­rá es­te re­cur­so en el sen­ti­do in­ver­so, es­to es, una fa­vo­ra­ble a la re­cu­pe­ra­ción de las is­las.

*Director del Centro Latinoamericano de Investigaciones Científicas y Técnicas (Clicet)

Exocet activado por Argentina - 1982

jueves, 18 de febrero de 2010

El menemismo y los orígenes de la entrega

Por Federico Bernal* (Primera Parte)
Ahora que la decisión unilateral de británicos y kelpers de apropiarse del petróleo en Malvinas es más evidente que nunca, nada más apropiado que recordar las causas que –una vez concluida la guerra– contribuyeron a plasmar esta nueva aventura pirata en el siglo XXI.
Durante el gobierno de Carlos Menem el tratamiento multilateral de la cuestión Malvinas pasó de segundo plano al más completo abandono. La política de Estado –si así merece llamarse– en relación con las islas propició desde un comienzo dos tipos de acercamiento diplomático, ambos de carácter bilateral, entre nuestro país y Gran Bretaña.
Con la inestimable colaboración del gobierno argentino, se aceptó justamente lo que el primero había intentado hacer desde la sanción de la resolución 2.065 de las Naciones Unidas (1965): frenar definitivamente el persistente y legítimo reclamo nacional.
*El primer tipo de acercamiento –tibiamente iniciado con Dante Caputo– funcionó bajo la fórmula del “paraguas de soberanía”. El tratamiento que dicha política daba a la disputa significó una postergación del reclamo de soberanía argentina sobre las Malvinas (se fundamentaba en los Acuerdos de Madrid de 1989 y 1990), sin alterar por ello la normal discusión de los aspectos relacionados con la explotación de recursos ictícolas e hidrocarburíferos, entre otros.*El segundo acercamiento, aun más perjudicial que el primero por cimentarse en las negociaciones bilaterales con los isleños (kelpers), se puso en práctica mediante la denominada “estrategia de seducción”. Efectivamente, el gravísimo “error” oculto en la “estrategia de seducción” que el ex canciller Guido Di Tella condujo a partir de 1992 y de forma excepcional, consistió en considerar los “deseos” de los isleños y tratarlos como la tercera parte en las negociaciones, violando expresamente la resolución 2.065.
No obstante los esfuerzos de “seducción” argentinos, la población de las islas no sólo ratificó sus vínculos culturales con Gran Bretaña, sino que se pronunció a favor de la soberanía británica, a la vez que formuló severas críticas al sistema político argentino (South Atlantic Occasional Papers. Febrero de 1998. Ver en Mario Rapoport, Historia económica, política y social de la Argentina).
Entre las funestas consecuencias de la “estrategia de la seducción” figuran la firma del Acuerdo de Pesca de Calamar (la Argentina se autolimitaba a pescar este crustáceo pues en ese momento se trataba del principal recurso de los kelpers) y la firma del Acuerdo sobre Petróleo de 1995, en el que, como se verá más adelante, se definía un área especial de cooperación para la exploración y explotación conjunta de petróleo entre ambos países. Con la firma de estos acuerdos, el gobierno argentino legitimó el “interés” y los “deseos” de los isleños. Las puertas a los recursos naturales del archipiélago se abrieron de par en par. Y los habitantes de la colonia se lanzaron con y por todo.

BILATERAL. La primera reunión bilateral que contó con los kelpers se llevó a cabo tan temprano como en julio de 1992. Al finalizar, el ministro Robin Cook y, en presencia de su colega argentino, dio detalles sobre los participantes de la reunión y el nuevo miembro: “El gobierno de la Argentina, el del Reino Unido y el Consejo de las Islas Falkland”. Por su parte, el presidente de este consejo, Richard Cockwell, afirmó: “Al cabo de 160 años, la Argentina, gracias al acuerdo, reconoció por fin al gobierno de las Falkland islands”, agregando luego: “Al reconocer al gobierno de un país (sic), básicamente se reconoce su derecho a la autodeterminación” (Las islas Malvinas y la política exterior argentina durante los ’90: acerca de su fundamento teórico y de la concepción de una política de Estado.

Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales -CARI-, 5 de julio de 1999). La humillación continuó por boca del consejero Mike Summers, quien por entonces mantenía fluidos contactos con Di Tella: “Hemos concedido de nuevo acceso a ciudadanos argentinos por vez primera en diecisiete años, con pasaportes que sellamos; un reconocimiento adicional de nuestro gobierno”.

A propósito, la consejera Jan Cheek y funcionaria del gobierno kelper, señaló: “A cada argentino que entrará a nuestro país como resultado del acuerdo se le sellará el pasaporte para demostrar que somos un país separado”. Para que no queden dudas del “país” Malvinas, el ministro Cook remató: “Los poseedores de pasaportes argentinos tendrán los mismos derechos [para ir a las islas] que cualquier otro extranjero […]” (Malvinas: una política contra el interés nacional. Lucio García del Solar, ex embajador ante los Estados Unidos y la ONU. 8 de octubre de 1999). Mientras tanto, Di Tella se distraía con los ositos, ellos sí, mudos de vergüenza.En línea con el retroceso diplomático del “paraguas” y la “estrategia de seducción”, el menemismo avanzó con dos medidas adicionales que debilitaron aún más la estrategia multilateral argentina en relación con Malvinas:

1) El llamado “portazo” al Grupo de Países No Alineados y 2) El retiro de la Asamblea General de las Naciones Unidas del reclamo que venía realizándose con éxito desde 1965. Bajo estos condicionamientos, traspaso de recursos y concesiones, fueron restableciéndose las relaciones diplomáticas entre la Argentina y Gran Bretaña durante la década del ’90.

Desde entonces, las conversaciones entre las partes –ya bajo el “paraguas de soberanía” y los “deseos” kelpers– se focalizaron en los siguientes dos aspectos conflictivos: la explotación de los recursos ictícolas y la exploración-explotación de los recursos petroleros en aguas malvinenses. Ni lenta ni perezosa, la rapacidad inglesa hizo honor a su historia. En 1991 Gran Bretaña decidió convocar unilateralmente a licitaciones para la exploración de las zonas circundantes a las islas Malvinas, ratificando la zona exclusiva de las 200 millas según lo resuelto en 1986.

*Director del Centro Latinoamericano de Investigaciones Científicas y Técnicas (Clicet)